Poner el cuerpo  2023

Poner el cuerpo se realizó en el marco del Festival Encuentro TRAMA 2023 en Guadalajara, Jalisco, México. En este proyecto, llevé a cabo una serie de diez conversaciones entre activistas feministas y mujeres policías que participan en las marchas feministas en los espacios públicos de la ciudad. Durante estos encuentros, que fueron presenciales y garantizaron el anonimato, ambas partes se escucharon mutuamente por hasta una hora y media, profundizando en lo que significa "poner el cuerpo" en estos espacios de protesta, así como en sus roles como activistas y policías.

Estas conversaciones, improbables, pero no imposibles, surgieron en un contexto donde la consigna predominante es: "me cuidan mis amigas, no la policía". Sin justificar las acciones violentas ni ignorar las desigualdades de poder implícitas, Poner el cuerpo creó un espacio de diálogo en el que exploramos las motivaciones, actividades, necesidades, deseos, valores y vivencias de quienes se encuentran en los enfrentamientos que ocurren en el espacio público al exigir justicia y un alto a las violencias contra mujeres y disidencias en el país.

Mi intención con este proyecto fue rehumanizar a aquellas personas que, aunque se encuentran en polos opuestos, comparten el mismo anhelo de vivir una vida libre de violencia y contribuir a que ese cambio sea posible. A través de estas conversaciones, realicé un análisis sistémico sobre cómo las violencias de género afectan de manera diferenciada a los cuerpos feminizados, en este caso, a las activistas feministas y a las mujeres policías.

Imaginar alternativas para transformar y crear un mundo más justo y digno resulta imposible si mantenemos una visión desinformada, sesgada y distorsionada de quienes conforman las instituciones contra las que luchamos. Estas mismas instituciones son las encargadas de impartir justicia frente a las violencias que vivimos.

Si el sistema nos obliga a reaccionar frente a las violencias de género al mismo tiempo que las reproduce de manera diferenciada, Poner el cuerpo generó un espacio para una comprensión más profunda de las personas detrás de las capuchas y los chalecos antibalas. No desde la inocencia ni la equiparación de posiciones o responsabilidades, sino desde la conciencia de que quienes siempre "ponemos el cuerpo" en un sistema cisheteropatriarcal, racista y clasista, ya sea a través de la violación de nuestros derechos o en su defensa, somos mujeres y personas con cuerpos feminizados.

Las conversaciones se llevaron a cabo de manera presencial y se grabaron en audio en la oscuridad para evitar que las participantes pudieran reconocerse en futuras marchas. Las voces fueron editadas en postproducción para garantizar el anonimato, y los testimonios fueron narrados en primera persona, respetando íntegramente cada palabra.

Como parte del Festival Encuentro TRAMA, Poner el cuerpo intervino el camellón de Avenida Chapultepec en Guadalajara, la misma ruta que recorre la marcha feminista cada año. Allí, habilité un espacio delimitado donde las personas pudieron sentarse a escuchar las conversaciones en el mismo lugar donde ocurren las confrontaciones.